Aquí tenemos otro vídeo genial, gracias, de nuevo, a la colaboración de Cristina Trullá. Un vídeo que como el último que publicamos sobre La broncemia, toca de un modo directo toda la problemática de la relación que existe entre médico y paciente. Aunque en este caso, deberíamos decir más bien, en la inexistente relación.
Relaciones de las que nosotros, como pacientes, tendríamos mucho que decir. En ocasiones, no logras ni ver sus facciones, ocultas por el monitor de su ordenador, y sus manos, están demasiado ocupadas tecleando, como para utilizarlas en otra cosa.
Ni una mirada de comprensión, de complicidad, de interés real... Palabras de tinte agrio y sin ninguna implicación... Frías, distantes, robóticas... Hasta tal punto de que el paciente llega a creer que médico y ordenador, son una misma cosa y por ello, indivisible.
¿Cómo confiar en una máquina...?
- Dr. por favor, míreme a los ojos... Soy una persona como usted y estoy enfermo... Necesito su ayuda y ni tan siquiera sabe qué color de pelo tengo...
El enlace siguiente os llevará al vídeo, traducido al español (maximizar pantalla para poder leer mejor los subtítulos...), ya que no hemos encontrado la manera de bajarlo con traducción incluida.
Disculpad las molestias y gracias por ayudarnos a difundir.
Nuestro agradecimiento a Cristina una vez más, por su colaboración con nuestro blog.
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