Anta la falta de respuestas efectivas o cuanto menos, razoznables (ya explicadas en Un largo camino - 1 - Incomprensión médica y Un largo camino - 2 - La incompetencia médica, Fabi decidió buscar en la medicina privada.
No queremos decir el dinero que Fabi se gasto en tres años y medio que duró su enfermedad, porque seguramente nos tratarían de fantasmas.
Baste decir que nuestro hijo era una persona cuidadosa con su dinero y que se quedó sin nada.
Como podía Fabi explicar a las personas que le rodeaban lo que le estaba ocurriendo si ni el mismo lo sabía y ningún médico era capaz de explicarlo.
Su apariencia era de lo más normal y parecía razonable que todos se extrañaran y dudaran de su dolencia y esto nos recuerda el libro de Clara Valverde "Pues tienes buena cara" cuyo título, ya refleja la dureza del camino de estas personas que parece que tengan que justificarse continuamente como si fueran ellos, los que decidieron estar enfermos.
Cuando le diagnosticaron fibromialgia por primera vez, fue increíblemente un facultativo responsable que supo relacionar todos esos síntomas, los cuales partían de un mismo proceso. A partir de ese momento comprendimos que la fibromialgia ya apuntaba en su infancia y que siempre había convivido con nosotros aunque los síntomas fueran manifestándose aisladamente, tales como alergias, dermatitis, sinusitis, dolores en las rodillas que siempre fueron justificados por su crecimiento...dolores de cabeza que fueron justificados por la sinusitis.
Es muy común escuchar decir a estos enfermos que desde pequeños ya apuntaba la enfermedad y que esta aún es menos creíble, porque ya de pequeños les decían quejicas.
¿Nos preguntamos que utilidad tiene el historial que nos hacen cuando vamos a una consulta...?
¿Será para hacerse los interesantes... o quizás para justificar que la primera visita es más cara que las posteriores...?
Por otra parte, nuestra medicina no tenía respuestas para explicar lo que le ocurría a nuestro hijo, limitándose a intentar suprimir los distintos síntomas, porque en definitiva, esto es tan solo lo que la medicina alopática nos puede ofrecer:
Poner parches que a largo plazo provocan alteraciones en el organismo y que terminan conduciendo a un desequilibrio más severo.
De ahí que la mayoría de las enfermedades se hayan convertido en crónicas.
Poner parches que a largo plazo provocan alteraciones en el organismo y que terminan conduciendo a un desequilibrio más severo.
De ahí que la mayoría de las enfermedades se hayan convertido en crónicas.
Se pronostica que para el 2020, 157 millones de estadounidenses estarán afectados de enfermedades crónicas.
Hoy en día, no interesa curar sino cronificar. De esta forma las farmacéuticas se frotan las manos y los principales partidos políticos de pasada también, ya que estos tienen a su vez garantizada la financiación de sus campañas electorales, por las farmacéuticas y por asociaciones medicas. En definitiva ellos se lo guisan y ellos se lo comen. Y en este vandalismo médico y político sálvese el que pueda.
Hoy en día, no interesa curar sino cronificar. De esta forma las farmacéuticas se frotan las manos y los principales partidos políticos de pasada también, ya que estos tienen a su vez garantizada la financiación de sus campañas electorales, por las farmacéuticas y por asociaciones medicas. En definitiva ellos se lo guisan y ellos se lo comen. Y en este vandalismo médico y político sálvese el que pueda.
No olvidemos que las farmacéuticas son la segunda industria más importante después del petróleo.
Cuando Fabi tenía unos once años, empezó con un cuadro de alergias que como bien dice Eva Caballé
¿Qué se sabia entonces de las alergias?
Estas alergias a su vez, terminaron por provocarle sinusitis.
Respuesta mèdica: supresión de los síntomas
Respuesta mèdica: supresión de los síntomas
En la adolescencia esa sinusitis se fue convirtiendo en un proceso asmático, (de nuevo supresión de los síntomas con broncodilatadores)
Más tarde dermatitis...
Más tarde dermatitis...
Recuerdo perfectamente que en aquella época lo visito un neumólogo que se suponía que era de buena reputación. Cuando le comentamos que casualmente desde que empezó con los broncodilatadores le había salido un eczema en la cara, y le preguntamos si podían tener relación entre si, su respuesta fue rotunda.
- No...
Ni se inmuto, eso no iba con su especialidad y su única respuesta fue que lo visitara un dermatólogo. Eso hicimos y este nos dijo que era de tipo nervioso.
Pero ante la desconfianza que tanto uno como otro nos causó, fuimos informándonos como pudimos, pues estamos hablando de muchos años atrás y no disponíamos de la información a la que ahora tenemos acceso, pero aún así, no tuvimos que indagar mucho para comprobar la relación que presentaban entre si. En el momento que mejoraron los síntomas respiratorios, la piel que es el órgano de mayor superficie de nuestro cuerpo se convierte en una vía de escape para eliminar la toxicidad.
Este es, a nuestro entender, el gran problema de la medicina: “la especialización”
Tratando el cuerpo humano por partes, olvidándose por completo del concepto de unidad, paliando los efectos sin preocuparse de las causas.
¿Por qué, nos preguntamos? ¿Cómo es posible que todos esos síntomas se trataran por separado teniendo una relación tan estrecha?
Que alegremente se dice hoy en día “es de los nervios” debido a la corriente de libros de crecimiento personal que no hacen sino repetir lo que grandes pensadores ya dijeron a lo largo de la historia y que ahora se utiliza de forma simplista (todas las enfermedades son de tipo emocional).
Cierto es pero, ¿me pregunto de que manera conseguimos vivir en un estado de salud y equilibrio, con tantos elementos contaminantes que poco a poco van alterando nuestra energía vital...?
Químicos que nos han envenenado lenta y progresivamente con la complacencia de nuestros políticos.
¿De que manera podemos vivir con sentido en el mas absoluto de los sinsentidos...?
Por supuesto que es emocional, porque son esas emociones las que han llevado a la humanidad al punto en que nos encontramos. Todos somos responsables.
Sin embargo, cuando eres tú el que padeces una de estas enfermedades, toda la carga cae sobre ti, haciéndote responsable y culpable de que la hallas contraído.
Unos meses antes de que comenzaran sus dolores de espalda, tuvo una fuerte crisis alérgica y decidió vacunarse por primera vez y si bien mejoró su alergia, poco después, la enfermedad comenzó a manifestarse en toda su intensidad. Fue como si los numerosos y distintos síntomas que se habían manifestado aisladamente a lo largo de los años, decidieran unirse definitivamente como posible consecuencia de aquella vacuna.
Por lo que respecta a Fabi, siempre llevo una vida normal, dentro de las limitaciones e incomodidades que conlleva padecer esas patologías de tipo alérgico.
Las alergias siguen en aumento con cifras realmente alarmantes la mayoría de niños desde bien pequeñitos ya empiezan con los broncodilatadores y de esta forma comienza el círculo vicioso.
Leer a Eva Caballé, nos hizo ver con claridad que Fabi también padecía SQM y esta creció junto a él aunque no llegó a manifestarse con el mismo rigor que en Eva.
La indignación te domina cuando compruebas también en los libros de Clara y Eva, que el maltrato y humillación, la sinrazón que sufrió Fabi la viven cientos de miles de personas en nuestro país. Él no tuvo que pasar por ningún tribunal medico, porque cuando volvió a la doctora de cabecera con el diagnostico de la privada, le daban un año y medio para que lo visitaran en una unidad especial ¡increíble! pero cierto.
Luego te indican la importancia que supone no alargar los diagnósticos para poder atajar la enfermedad cuanto antes.
Y las autoridades sanitarias no solo no hacen nada para evitarlo si no que además, con su negación, favorecen el engaño.
En Internet afloraban las “curaciones milagrosas” que “eminencias médicas” parecían haber encontrado.
El recorrido fue largo: osteópatas, homeópatas, reumatólogos, traumatólogos, acupuntores, dietistas, terapia neural, quiromasajistas, fisioterapeutas, infiltraciones de ozono y una larga lista más de especialidades.
Las terapias adquirían nombres cada vez más extraños como por ejemplo la de unos médicos de Manresa llamada “tomatis” que aunque pueda parecerlo, nada tiene que ver con esa rica hortaliza.
Quede claro que estos comentarios no tratan de desacreditar ninguna de estas especialidades que estamos mencionando que sin duda son de una gran utilidad en otro tipo de enfermedades e incluso es posible que, de algún modo y aunque tan solo sea para conseguir una mejoría, también para la fibromialgia. Nuestra crítica va especialmente dirigida a aquellos que utilizan el engaño tras el amparo de estas especialidades.
Casi todas las personas que sufren estas dolencias están mejor informadas que los mismos profesionales. Lo podemos ver con claridad en Eva Caballé o por ejemplo, en Clara Valverde, Marifé Antuña y por supuesto, podríamos poner una larga lista de personas como las mencionadas. Todas ellas grandes luchadoras, que ante la desatención, tuvieron que buscar y comprender lo que les ocurre por sus propios medios.
Y claro, cuando acuden a una consulta de cualquiera de las especialidades mencionadas y ven los despropósitos de quien las atiende, no pueden evitar corregir al facultativo, algo que parece molestarles pues supuestamente son ellos los informados y los que a su vez pueden manipular la información de que disponen y por esa razón, les recomiendan que no se conecten a Internet, catalogando a estas personas de cibercondríacos o aquejadas del síndrome del paciente informado.
Somos conscientes de los límites de la medicina que no son más que el reflejo de nuestras propias limitaciones. El problema viene por la falta de humildad para saber reconocerlos pues considerándose omnipotentes pierden de vista al ser humano.
Cuando Fabi fue diagnosticado después de dos años y medio de recorrido, ya estaba agotado y no le supuso una tranquilidad precisamente ese diagnostico ya que junto a este, lo acompañó una sentencia.
- La FM no tiene cura...
Acepta que a partir de este día, ya no podrás hacer la vida que has llevado hasta ahora.
Por ello duele que algunos aseguren curar algo que ellos saben de antemano que no es así. Pero el enfoque que hacen o las expectativas que ofrecen al paciente, generan falsas esperanzas con el consiguiente y lógico derrumbe posterior cuando pasa el tiempo y comprueba que sigue igual o peor.
Del mismo modo, también queremos dejar constancia que nuestra denuncia no está dirigida a todo el colectivo médico puesto que eso sería una grave injusticia y faltaría a la verdad. Sabemos positivamente que son muchos los que están intentando descifrar las posibles procedencias de estas enfermedades y que intentan por todos los medios encontrar soluciones para tantas personas que las padecen.
Aunque aún sean una minoría.
Continuaremos en otra ocasión, comentando el duro e injusto camino que tuvo que sufrir nuestro hijo.
genial Gaspar lo comparto con tu permiso ,ánimo , muy interesante
ResponderEliminarGracias Marifé una vez más, por ayudarnos a difundir.
EliminarUn abrazo
Les felicito por esta publicación, que retrata el via crucis que pasamos los enfermos de estos padecimientos de hipersensibilización central.
EliminarSeñor Gaspar,su hijo es un símbolo para todos nosotros. Desde República Dominicana, con admiración y respeto.
Junto a dos compañeras más fundamos Fundofibro, La Fundación Dominicana de Fibromialgia, Síndrome de
Fatiga Crónica y Sensibilidad Química Múltiple para luchar en contra de nuestra invisibilidad en esta media isla. Un abrazo!
Gracias Sonia por tus palabras de apoyo y por luchar junto a nosotros para acabar con estas injustas marginaciones, a personas que sufren estas enfermedades.
EliminarNuestro hijo es ya un símbolo para muchas personas.
Un abrazo y fuerza para continuar.