miércoles, 30 de enero de 2013

4º ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE FABI

Los recuerdos no conocen el tiempo. Te asaltan en lo cotidiano permitiendo traspasar el umbral que nos posibilita estar a tu lado, contemplando juntos lo vivido, lo aprendido en el camino andado. Son esas vivencias las que dan sentido a nuestro presente, y fuerza para enfrentarnos a los nuevos retos de futuro.
 
¿Recuerdas Fabi...?
 
Teníamos todo lo que cualquier ser humano puede soñar...
 
¿Cuantas veces hemos rescatado de la memoria, este pasaje de nuestra vida...? Fue una vivencia que quedó enmarcada en lo más profundo del corazón y por ello, a pesar del tiempo transcurrido, nada se ha desvanecido, permaneciendo nítido el recuerdo, dibujando una sonrisa cuando este nos visita, viviéndolo con la misma intensidad por lo especial y único del acontecimiento.
 
Han pasado ya cuatro años de tu larga ausencia y por ello queremos compartir este trocito de nuestra vida con las personas que nos quieren y apoyan en la dura senda del día a día.
 
- Parece que sea un cuento... - Fue la expresión de tu prima Andrea cuando una noche sin saber porque, se lo contamos y el reflejo de encanto de su rostro y sus palabras, nos decidieron a dar este paso de hacerlo público, en un día tan señalado para nosotros.
 
Aquel día estaba trabajando en Barcelona y todos los partes meteorológicos avisaban de fuertes nevadas y que las carreteras comenzaban a estar cerradas, entre ellas, la que conducía a nuestra casa.
 
Pero a mi parecía no importarme mucho lo que dijera el hombre del tiempo. Solo tenía un objetivo en mi cabeza y este no era otro que llegar a la hora que fuera, pero llegar.
 
Era la noche de reyes y yo tenía todos los regalos en la furgoneta.
 
Mientras allá, se suspendió la cabalgata y tu madre te avisó de que los reyes llegarían sin duda porque para eso eran magos, aunque  con ese temporal de nieve, podrían tardar algún día más.
 
Te fuiste a la cama con la incertidumbre de si llegarían esa noche o no...
 
El trayecto que habitualmente hacía en una hora, se alargó a muchas más, circulando lentamente detrás de una maquina quita nieves hasta un punto en el que una empinada cuesta, no permitía seguir avanzando y tuve que aparcarla como pude.
 
Cargué todos los regalos y me dispuse a recorrer los 6 km. que quedaban para llegar.
 
Andar por la nieve se hacía cada vez más difícil y los paquetes parecían aumentar progresivamente su peso para mis cansados brazos. Los copos que no cesaban de caer me cegaban entorpeciendo mi visión pero sin debilitar mi firme decisión en ningún momento.

Realmente y haciendo honor a mi nombre, me sentía como el rey Gaspar.

Por fin comenzaron a verse a lo lejos, las luces de la urbanización. Ya no estaba tan lejos y pronto podría sentir el calor del hogar, reconfortar mi cuerpo helado y dolido por el cansancio.

Recuerdo a tu madre en el silencio de la avanzada hora, cuando ya serían la una de la noche, que alertada por los insistentes ladridos de los perros, se asomó al balcón y me divisó a lo lejos subiendo por la pesada cuesta cubierta de nieve.

Cuando nos abrazamos, me dijo:

- ¡estás loco... tienes la barba helada...!

- ¡claro... es que soy Papá Noél...! - contesté casi sin fuerzas, pero con una enorme satisfacción.

Al amanecer, cuando abriste los ojos te levantaste de un salto y vistes los regalos con una expresión de felicidad en tu rostro.

No hay palabras que puedan describir la intensa emoción de ese instante.

Recuerdos de risas... de abrazos... recuerdos de amor...

1 comentario:

  1. MI HIJO AL IGUAL QUE FABI SUFRE DE FIBROMIALGIA, YA ESTA EN TRATAMIENTO ESPECIAL CON SU MEDICO Y GRACIAS A MI PRIMA QUE ME RECOMENDO LA CLINICA ARTRICENTER MI HIJO JOSE YA ESTA SALIENDO ADELANTE... http://artricenterfibromialgia.wordpress.com/

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.