sábado, 23 de febrero de 2013

MENSAJE DE AMOR

Un mensaje recibido en nuestro correo, nos llenó de una profunda emoción porque en su contenido había tanto amor hacía nosotros y sobre todo, tantos buenos deseos para Fabi, que no pudimos contener las lágrimas al leerlo.
 
Son mensajes que te llenan de una energía positiva que proporciona una fuerza enorme para seguir adelante.
 
Por esa razón, después de agradecerle tanto amor y respeto, le pedimos permiso para publicarlo en nuestro blog:

Aquí tenemos el mencionado correo que publicamos valorando la posibilidad de que pueda ser de utilidad para alguien.
 
La positividad que transmite nos hace pensar tal cosa pero en cualquier caso, tanta sensibilidad no puede permanecer oculta.

Después de mucho meditar mi experiencia, mi propio descreimiento, mi poco método de comprender este milagro; me dirijo a los papás de Fabi con todo el respeto y la mayor empatía que consigo vislumbrar. Mi nombre es Elisa, tengo 31 años y 16 de no saber vivir. Desde hace muy poco he conseguido poder exteriorizar y saber que de un modo u otro han creído en mi. De los médicos no tengo mucho por decir ya que ellos en gran parte han sido responsables del crecimiento de este dolor, han colaborado fervientemente en esta soledad, incomprensión hasta de mi misma, sé que de esto no tengo nada nuevo para decirles a ustedes... La misma humillación en cada consulta desde mis primeros dolores. La diferencia es que a mi nunca me dieron ningún diagnóstico hasta hace una semana " bendita fibromialgia" ... así se llama lo que NO sabemos que tienes. Llegue a este diagnóstico gracias a un dolor sumamente fuerte en mi brazo izquierdo el 24 de diciembre y necesariamente tuve que acudir una vez más a la guardia de la clínica para poder obtener algún calmante que me dejara sobrellevar esta Navidad; ya no importaba la cura de mi cuerpo, simplemente que me dieran algo para poder sobrevivir, aunque más no sea por esa noche. Y es allí donde comienza mi nueva peregrinación, traumatólogo, reumatóloga, clínica, neuróloga, traumatólogo nuevamente y reumatóloga otra vez, una de ellos me mando a hacer estudios distintos a los de siempre y sólo una me toma enserio y es quien me da el diagnóstico. 

 Tal vez en este momento no estén comprendiendo del todo mi carta, ya que como dije antes ustedes comprenden esta enfermedad, quizás más que yo. Lo único que busco es hacerles saber que si bien mi vida estuvo muchas veces al borde de no ser más vida, jamás obré con mala voluntad para con nadie. El carácter, el humor y la paciencia siempre me son puestos a prueba, y esta enfermedad te modifica. Pero yo a ustedes jamás quisiera haberles tocado nunca más este asunto, sin embargo necesito de modo casi urgente, hacerles saber que anoche entro a Youtube y me encuentro con la carta de Fabi. Yo con dolor en una de las rodillas me senté en el piso de mi cocina a buscar no se qué, simplemente a tratar de sentirme comprendida tal vez, aún no lo se. Obviamente no he parado de llorar en todo el vídeo, no son sólo las palabras de Fabi, es un todo, son sus fotos, la música y su letra, su madre, ese beso, su dolor, su NO vida, el futuro que no fue, y el dolor que quedó. Todo me ha dolido. Pero casi al terminar el vídeo veo su foto, lo acaricio y le digo lo siento Fabi hubiera querido que eso no suceda, que el mundo hubiera sido un tanto distinto. En ese instante algo asi como como un escalofrío me corrió en todo el cuerpo. Luego me fui a la cama ya que eran más de las 3am. Cuando me acuesto hablo con Dios y le pido que lo ayude, que si bien en algunas religiones dicen que quien se quita la vida es alguien que no va al cielo, yo no lo puedo ni siquiera divisar. De qué se trata esto de juzgar lo que el otro debe o no debe?! si esta es una carga que sólo el que la carga sabe lo que pesa! Dios mío dale paz te lo suplico, me he visto en Fabi y lo comprendo, lo entiendo, dale hoy lo que en vida no ha tenido. Gracias mi Padre. Me he dormido y hoy no siento dolor. Llame a mi madre y hemos llorado juntas, le hable de Fabi de su historia de sus padres y de todo lo que he recordado. La emoción me desborda, y necesitaba que lo sepan. Le he dicho que sentía vergüenza de escribirles ya que parezco loca, pero ya no tengo mucho por perder. Me ha dicho hazlo que piensen lo que piensen, esta es tu verdad. Dales las gracias por ese ángel que te vino a visitar y compadecerse de ti.

 Yo no sé si me he curado, pero el día de hoy se lo debo a Fabi. He aprendido a sobrevivir día a día, y hoy VIVO gracias a El.

 Disculpen mi atrevimiento, pero necesitaba agradecer.

 Hasta siempre, Elisa
Buenos Aires, Argentina.
 
Somos nosotros Elisa, los que te estamos agradecidos y por ello desde este día, estarás en nuestros corazones y deseos de que la vida te sonría y la enfermedad no acuda nunca más.
 
Esta flor es para vosotras.
Gracias y un fuerte abrazo. También para tu madre.