martes, 26 de junio de 2012

UN LARGO CAMINO DE INCOMPRENSIÓN - 2: LA INCOMPETENCIA MÉDICA


La marginación y mal trato médico, continuó en lo que sería un largo camino de incomprensión para Fabi, algo que miles y miles de personas, aún tienen que padecer a pesar que actualmente, la Fibromialgia es sobradamente conocida.
A partir de lo que le dijo la doctora  de la mutua laboral igualadina, su único recurso fue acudir a la consulta de medicina general de la S.S. la cual fue más humana que la anterior, algo que es de agradecer, pero el recurso que le aportó fue menos que nada.

Aquél día no fue solo. Lo acompañó su madre con ciertos afanes reivindicativos, ya que empezábamos a alarmarnos porque el dolor comenzaba a extenderse por otras partes del cuerpo pasando las noches en vela.

Ante la insistencia de su madre para que se indagaran los posibles orígenes de aquellos dolores y que no quedara todo en una sencilla revisión, la doctora mostró su desconcierto, su impotencia, su desconocimiento de lo que manifestaba Fabi.

En ese punto, una vez más, solo tuvo el recurso del protocolo establecido, no se sabe bien por quien pero hay que seguir la norma, y optó por el dañino discurso de la depresión encubierta.

- Y mientras tanto te ponemos en lista de espera para que te practiquen una resonancia...

Cuando  dijeron el tiempo de espera, no se lo podían creer.

Es evidente, que el tiempo que transcurre en estos casos, toma diferente dimensión para uno u otro. Mientras que para el facultativo es indiferente, para el enfermo, puede ser una espera angustiosa.

 La sorpresa de Fabi y su madre fue considerable y  no entendían que tenía que ver la depresión con sus dolores puesto que en cuanto Fabi tenía un pequeño paréntesis y se encontraba algo mejor, estaba deseando salir con sus amigos.





Nuestro hijo no estaba deprimido...




-¿usted cree que de una depresión – continuo la madre de Fabi- puede doler tanto la espalda, cervicales y otros lugares del cuerpo y extenderse estos dolores de un modo progresivo...?

La respuesta fue tan ambigua, tan “poco respuesta” que ni tan siquiera la recordamos.

Y una vez más, continuó con el protocolo recetándole antidepresivos.

- Tendremos que ver el resultado de este “tratamiento” en un periodo de seis meses y posteriormente, dependiendo de tu estado, comenzaremos a dar los pasos pertinentes.

A todo esto sin ni siquiera mirarlo a los ojos, pues eso sí que no falla, a todos estos enfermos por más que intenten simular su dolor, la mirada los delata.

¿Cuáles serían esos pasos pertinentes...?

¡Cuanta incompetencia...!

Un sentimiento de desprotección los acompaño en la vuelta a casa. Toda la confianza que depositaron en esa visita se desvaneció de un soplo.

La doctora de cabecera le mantuvo la baja y ni ella misma se creía lo de la depresión pero sabía que era la única manera que tenía para justificar ese tiempo. Se compadeció de él porque realmente veía en sus ojos la frustración y la desesperanza. Pero no era compasión lo que buscábamos y menos esa forma de compasión. Como dijo Hannah Arendt , cuando la compasión adopta una forma humillante puede venir a sustituir a la justicia.

Lo que buscábamos era atención y respuestas. Esto, es lo que todos esperamos cuando asistimos a una consulta, pues el papel fundamental de un medico es ayudar y aliviar en el camino de la enfermedad. No queríamos limosna

Los antidepresivos que Fabi se tomó, los rechazó cuando se dio cuenta en el estado que lo sumergían, anulando la capacidad de actuar contra su enfermedad, puesto que reducían su energía tan necesaria para afrontar las numerosas pruebas a las que tendría que ser sometido. Esas pastillas le permitirían “adormecerse" en un aparente estado de complacencia y de aceptación, en un equilibrio precario que solo estaba dispuesto a asumir si eliminaban sus dolores, cosa que no pasó ni por asomo.

A partir de ese momento comenzó un auténtico suplicio en su recorrido por distintas especialidades médicas de las que ninguna era capaz de diagnosticar cual era su dolencia.

Una vez más, la medicina privada queda favorecida economicamente ante la pública, aunque tanto desconocimiento de estas enfermedades tenían unos como otros.

 Y de este modo, miles y miles de personas con estas enfermedades no reconocidas, viven el mismo calvario y entre ellos, algunos no lo soportan y deciden terminar con esta brutal marginación llena de constantes humillaciones, quitándose la vida.

 Los políticos y autoridades sanitarias, continúan mirando hacia otro lado como si nada ocurriera.

Es posible que reaccionen cuando estas enfermedades comiencen a padecerlas sus propios hijos o ellos mismos, aunque aún en esa circuenstancia, tenemos dudas de que así ocurra, pues es tanta su mezquindad, que es posible que lo mantengan en secreto, aunque eso si, en ese secreto acudirán a los mejores especialistas porque ellos, si pueden permitírselo economicamente.

Al fin y al cabo, lo pagamos nosotros...

martes, 19 de junio de 2012

MORIR DE FIBROMIALGIA: 200.000 REPRODUCCIONES

  

El vídeo "MORIR DE FIBROMIALGIA" subido a You Tube por  Marifé Antuña en abril del 2009, tres meses después de morir nuestro hijo, llegará a la increíble cifra de 200.0000 reproducciones y continua su camino sin detenerse y junto al mismo, cientos de mensajes desde todas las partes del mundo.

En el día de hoy, 20 de Junio del 2012, día en que hubiera cumplido 32  años, creemos que debe ser  anunciado que, aún no estando, Fabi sigue vivo en nuestros corazones y, desde ese lugar, lucha contra la injusticia junto a nosotros.

La carta que dejó nuestro hijo, no deja indiferente a nadie y son muchos aún, los que no pueden reprimir las lágrimas cuando la leen.

Gracias a la lectura de su carta, fueron numerosas las personas que se movilizaron. Levantando la cabeza cuando estaban en el peligroso punto de rendirse. Comenzaba a resultar positiva y era evidente que esto tenía que seguir pues no había hecho más que empezar.   

El texto transmite verdad e incita a formularse muchas preguntas sobre la vida y esa es una de las principales razones que nos impulsaron a hacerla pública, ya que interpretamos que ese era su deseo al dejarla, puesto que ese mensaje, no era exclusivamente para nosotros, que en todo momento estuvimos a su lado y lo comprendimos plenamente aunque no fuera suficiente.

Llegó el momento en que decidimos hacer pública su carta, la cual habla por si sola, expresando con palabras lo que albergaba en su corazón, por eso esta siendo tan efectivo el mensaje que nos dejo.

No teníamos más opciones, morir con él o renacer, sin saber de que forma, pero lo cierto es que escogimos luchar y decirle un si a la vida. En este punto comenzaron los primeros movimientos reivindicativos.

Cristina no dejaba de insistir en denunciar esta injusticia, la marginación hacia estas personas enfermas que sufren y que además tienen que soportar la incomprensión de la sociedad e incluso de la familia, que no termina de entender lo que les pasa; que tienen que soportar a su vez, junto a sus dolencias, un trato indigno y humillante de la sanidad pública.

A mi cabeza acudió como una ráfaga de viento, su imagen del día que murió nuestro hijo, situada al pie de la escalera que conducía a su habitación, ocupada en aquellos momentos por policías y médicos, como, en desgarradores gritos les decía:

- ¡El mundo sabrá lo que es la fibromialgia...!

En aquel momento, ella, no fue ni mucho menos consciente, del poder implícito que contenían aquellas palabras. Los primeros familiares que fueron llegando, oyeron esta frase desde el aparcamiento, retumbando en sus oídos, como si de un volcán en erupción se tratara. Era la fuerza de una madre que considera, que ha perdido a su hijo, de una manera injusta.

Debo reconocer sin embargo, que cuando me conecté a Internet para averiguar un lugar apropiado donde escribir nuestra denuncia, no lo hice con demasiada confianza. El convencimiento que tenía de los resultados era bastante bajo en contra de lo que pensaba Cristina.

Como era frecuente que el colectivo médico asociara esta enfermedad con la depresión, pensamos que un  foro de psiquiatría podía ser un buen lugar para iniciar la denuncia de estos trágicos hechos y así lo hicimos.

Ese fue el primer paso en nuestra lucha. De la que sería sin lugar a dudas, un largo camino a recorrer, donde nuestro principal propósito fue y sigue siendo, que se produzca una toma de conciencia de todos aquellos que con su actitud permitían y siguen permitiendo que ocurran cosas como esta.

Nosotros ya lo habíamos perdido todo, pero no podíamos instalarnos en la pasividad, contemplando como otras personas están sufriendo la misma experiencia.

Cuando un par de días después, nos conectamos con el foro, donde escribimos la denuncia, quedamos realmente sorprendidos.

Había tantos mensajes de apoyo de todas partes de España que no podíamos creerlo. De personas que padecían la misma dolencia que Fabi y de otras que sin tener esta enfermedad, se solidarizaban con nuestro dolor ante las injusticias que denunciábamos.

Entre los numerosos mensajes, había varios que procedían de asociaciones de FM y SFC invitándonos a comunicarnos con ellas.

Internet, en este sentido nos parecía un verdadero prodigio de magia imparable. Ya quisieran “los de arriba” poder impedir que personas en desacuerdo con su forma de actuar, podamos denunciarlo con esta facilidad y llegar hasta el último rincón de la tierra.

Después de intercambiar varios mensajes con Marifé, decidimos hacer un vídeo de su carta, con la intención de denunciar de una manera más contundente estas injusticias.


  El vídeo fue realizado en un tiempo record por Marifé a la que siempre le estaremos eternamente agradecidos.
Al siguiente amanecer ya estaba ahí, traspasando fronteras y sobre todo, traspasando corazones en miles de hogares, con su mensaje que ahora si, comenzaba a ser realmente universal.

Y no solo entraba en los hogares, pues eran numerosas las peticiones de estudiantes de medicina con la intención de incluir el vídeo de nuestro hijo en sus tesis doctorales o de facultativos que investigan esta enfermedad. Comenzó a reproducirse en universidades y hospitales de diversas partes del mundo.


Y continuarás volando hasta el infinito...

lunes, 18 de junio de 2012

LAS VOCES DEL DOLOR


¿Es el dolor mudo...?

No... no lo es, pero se suma al silencio progresivamente  porque el que lo padece descubre que no es comprendido y mucho menos aceptado por los demás.

El dolor físico y sobre todo, el del alma.

Cuando descubres rostros de circunstancias en los que te escuchan; tímidos suspiros o frases hechas que no salen del corazón, si no del protocolo, te das cuenta que es mejor callar y guardártelo para ti para mejor expresarlo en la intimidad más estricta donde no te miren sorprendidos porque se escapa un suspiro o una mueca de dolor.

Así se sienten las personas que padecen enfermedades no reconocidas como por ejemplo la Fibromialgia, Sensibilidad química múltiple o la Fatiga crónica, entre otras muchas que nuestros políticos no reconocen y la sanidad pública tampoco.
Así se sienten cientos de miles de personas que no solo no son comprendidas en su dolor (Físico y de alma...) por estos médicos o gobernantes, añadiendo la sociedad en general e incluso el círculo más íntimo.

Se sienten solos, marginados y humillados y de este modo, el dolor se torna mudo.

El fragmento del libro de Vicente Verdú   La ausencia  parece estar dedicado a estas personas.

 
"Parece extraño incluso que el dolor físico, que tan elocuentemente se manifiesta, no consiga comunicarse ruidosamente con el otro más cercano.

Sufrimos la clamorosa presencia del dolor, pero afuera no es posible oír nada. Parece extraño que no se oiga o se sienta alrededor indicio alguno de nuestro tormento, pero efectivamente la condición humana ha mutilado ese lenguaje cuerpo a cuerpo.

Un habla acaso superior pero ensimismada opera en su acción como un castigo doble: el castigo de su martirio primario y la tortura secundaria de vivirlo en soledad. El dolor físico pues, no cuenta nada más que consigo para demostrar su imperio. El otro dolor, el del alma, se presta a la transmisión existencial, pero el físico se funde desesperadamente en sí mismo. De ese modo constituye el reflejo más duro de la soledad en que, a fin de cuentas, cada cual vive consigo. Yo a solas con mi dolor. Yo o mi dolor crónico. Yo acompañado. Tan solo acompañado verdaderamente por la perfecta soledad que el dolor, a la luz del día o a lo largo de la noche, acorrala y muerde."

No dejemos que sigan solos con su dolor... acompañémoslos...
                                                                                          

domingo, 10 de junio de 2012

HOMENAJE A FABI EN OLIVA- AÑO 2009



A pesar de hacer ya de hacer más de tres años de nuestra primera denuncia que hicimos en Oliva (La Safor - Valencia), consideramos que esta sigue más vigente que nunca porque la reacción fue inexistente y sigue siéndolo.

Es más, actualmente con los brutales recortes aún esta todo peor y no sabemos como acabará todo con estos políticos carentes de humanidad que ni tan siquiera se plantean la cuestión ocupados en asuntos económicos y en rebajar sueldos a los más humildes entre los que se encuentran los pensionistas que apenas tiene para comer.

 Pero ellos no se recortarán sus numerosos privilegios que son la verguenza de la raza humana y ya no hablamos de la corrupción extendida entre los distintos partidos que merece capítulo aparte por ser ya algo, tristemente habitual.

Por esa razón consideramos ineresante recordar nuestra primera denuncia aunque para ellos tan solo sea una más de las muchas que saben que existen desde las distintas partes del pueblo. Ese pueblo que machacan sin miramientos y sin ningún escrúpulo.

Nosotros continuaremos con nuestras denuncias hasta que se produzca el milagro de que aparezcan políticos de verdad y no la porquería que tenemos ahora.     

        
                                                                 vídeo denuncia

Somos Gaspar Arsís y Cristina Ruiz, padres de Fabián, el cual nos dejó hace apenas cuatro meses.

Nuestro hijo no se quitó la vida, murió de fibromialgia.

Así lo expresó él en su carta de despedida y así lo trasmitimos nosotros a quien quiera escucharnos.

Fabi llevaba más de tres años y medio con dolores insoportables por todo su cuerpo y sin ninguna posibilidad de curación. Llegó al límite de sus fuerzas y decidió no prolongar más su sufrimiento.

Sin embargo, no fue la enfermedad el principal motivo de su trágica decisión.

Fue sobre todo la incomprensión que recibió de la gente en general, y las humillaciones constantes del colectivo médico de la sanidad pública por su desconocimiento y falta de interés hacia esta enfermedad, lo cual propicia a su vez que otras personas sin escrúpulos, titulados o no, se aprovechen de la situación.

Es de todos conocido, la importancia de que el paciente tenga una confianza absoluta en su médico y esto es complicado que se produzca cuando este, desconoce por completo de que se trata. Resultado de este desconocimiento, la única opción que le aporta es la de tomarse antidepresivos y de este modo, se lo quitan de encima.

Y NO ESTÁN DEPRIMIDOS SEÑORES o en cualquier caso, son los despropósitos de políticos y sanidad la que puede terminar conduciendo a estas personas a la depresión y a la soledad.

La incomprensión del grupo familiar o de los amigos (que quiero insistir que comienza por la marginación más absoluta de los políticos...) hace un daño muy grande en estas personas. Un daño que, en ocasiones, puede ser irreparable como desgraciadamente bien sabemos.

Cuando estas personas terminan su largo peregrinaje de fracaso en fracaso y no reciben más que incomprensión y engaños de médicos de muy baja condición moral, puede aparecer finalmente, la sensación de sobrar en el mundo, de no tener lugar entre los sanos, ni en la familia, ni con los amigos, ni en ningún lugar.

Por eso les pido a ustedes políticos, que reconozcan con urgencia esta terrible dolencia y que no esperen a tener una hija o cualquier otro familiar para darse cuenta de su existencia. Y a ustedes los médicos que sepan reconocer sus limitaciones, su falta de preparación alarmante y que sobre todo, no se olviden de ser humanos y dejen de humillar a estos enfermos de la manera más vergonzosa.

Encontramos tantas contradicciones en la sanidad pública que no podemos evitar citar la más reciente:

Escuchamos a la ministra en unas declaraciones respecto a la gripe porcina que se estaba siguiendo con exactitud el protocolo marcado por la OMS.

¿Qué razones les hace decidir que se sigan las pautas marcadas por esta organización y en otras decidan ignorarlas...?

¿Porqué razón ignoran la FM cuando la OMS la reconoce fuera de nuestro país…?

¿Es que aquí duele menos quizás…?

¿Les parece que hacen comedia estos enfermos…?

¿Qué esta enfermedad no existe nada más que en la mente de un millón de personas en nuestro país?

En España sigue sin reconocerse oficialmente la fibromialgia, cuando ya lo hizo la Organización Mundial de la Salud en 1992 y todas las demás organizaciones médicas internacionales.

Ahí radica, a mí entender, el origen de todo lo que les está ocurriendo a los que padecen esta enfermedad, pues si esta es finalmente reconocida habrá información y con ella aparecerá la tan necesitada comprensión.

¿Cómo es posible que ocurra esto en un país de derecho, supuestamente preocupado en mejorar la vida a las personas discapacitadas?

¿Cómo es posible tanta falta de humanidad...............?

Mi mujer y yo no entendemos de medicina, sólo de sentimientos y estos ahora están rotos. Estamos inmersos en un mundo oscuro porque algunas personas se empeñan en oscurecerlo y llenarlo de dolor e incomprensión con su falta de humanidad y turbios intereses

Daremos nuestro sufrimiento como bueno si con él conseguimos que lo que ha ocurrido con nuestro hijo no ocurra nunca más. Sres. Políticos, médicos e investigadores, ya que de momento no son capaces de encontrar soluciones, les pedimos que cambien de actitud y dejen de humillar a los enfermos de fibromialgia, que bastante tienen con sus terribles dolores físicos y psicológicos, y comiencen a trabajar desde este mismo momento.

Esto es lo que unos padres destrozados por perder el mayor amor de sus vidas estamos denunciando. Sepan ustedes que por lo que a nosotros respecta, continuaremos luchando hasta que esta enfermedad sea reconocida.

Nosotros sus padres ya nada tenemos que perder ni ganar en esta lucha emprendida, puesto que ya lo hemos perdido todo y no son intereses personales los que nos mueven en la misma.

Es, como dice nuestro hijo en su carta de despedida:

¡¡¡ LA SOLIDARIDAD Y EL COMPROMISO POR EL DOLOR DE OTRAS PERSONAS!!!

A todos los enfermos y enfermas de fibromialgia les rogamos que luchen como hasta ahora, que no se rindan, que ni se les pase por la cabeza seguir los últimos pasos de nuestro hijo. Pero que sí tengan muy presentes su angustia, su desolación y sus últimas palabras, las cuales pueden leer en un vídeo que circula por Internet, realizado por una gran amiga nuestra.

Gracias a ella, a Marifé por su inestimable ayuda ya que sin ti nada de esto hubiera sido posible. Gracias a Luisa por todo su apoyo y colaboración; gracias a todos los aquí presentes: y sobre todo gracias a los que estuvieron antes y después y supieron compartir los momentos más íntimos de dolor con nosotros Ya que sin ellos, no hubiéramos tenido fuerzas para estar hoy aquí. Os lo debemos todo porque siempre habéis estado con nosotros y ahora más que nunca.

Hasta nuestro último aliento, gritaremos con fuerza:

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ TODOS SOMOS FABI!!!!!!!!!!!!!!

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No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras esta gente sin escrúpulos, siguen oprimiéndonos sin miramientos y nos tomen por idiotas.



miércoles, 6 de junio de 2012

EL PRINCIPIO DE UN LARGO CAMINO: LA INCOMPRENSIÓN MÉDICA

La enfermedad de nuestro hijo, como ocurre en todas las cosas, tuvo un principio pero desde ese mismo inicio, junto a sus dolores, lo acompañó la incompresión.

Aquella mañana los dolores en su espalda parecían más fuertes y visitar al masajista de siempre ya no le funcionaba por ello decidió acudir a la consulta de la MUPA igualadina.

La experiencia no pudo ser peor. Radiografías, y algunas pruebas más, para finalmente mandarlo al fisioterapeuta y allí estuvo dos o tres semanas con masajes, corrientes y cosas por un estilo que no le sirvieron de nada.

Llegó el día en que la médica le dijo que ya estaba bien y que pensaba darle el alta y de nada sirvió decirle que le dolía la espalda aún más que cuando acudió a su consulta pues la única respuesta que obtuvo de esta brillante doctora, es que estaba en perfecto estado, que las pruebas pertinentes ante un dolor de espalda que le realizaron (una simple radiografía...) donde no aparecieron resultados concluyentes y que por esa razón, tenía que darle el alta laboral.

Cuando uno de estos colegiados atienden a un paciente aquejado de una dolencia que ellos no saben diagnosticar, terminan tratando al enfermo de comediante en lugar de ser honestos y reconocer sus limitaciones.

Deciden derivarlos a psiquiatría y se los quitan de encima.

Es ampliamente conocido lo que esta creciendo el consumo de antidepresivos, incluso entre adolescentes, y son muchas las ocasiones que escuchamos a distintas autoridades sanitarias la alarma social que provoca este dato.

Pero, como aparecen nuevas enfermedades que muchos facultativos desconocen por completo, todo lo resuelven de este modo y en las visitas de psiquiatría, continúan agolpándose cada vez más personas que la medicina margina, por no saber resolver y/o diagnosticar sus problemas. En último caso, todo son virus o de los nervios.

Si además, estas enfermedades no son reconocidas como ocurre con la fibromialgia, S.Q.M y la encefalopatía miálgica, el problema se agrava.

Recordamos una conversación que mantuvimos con un conocido que es médico el cual nos dijo que los dolores de espalda eran utilizados con mucha frecuencia para conseguir bajas laborales. Añadiendo que era complicado detectar y por esa razón, tenían un tiempo más o menos determinado para darles el alta.

Y claro, como si fueran cabezas cuadradas incapaces de ir más allá de unas normas generales; no aplican el sentido común que les permita distinguir cuándo un caso puede ser real. No les dan a los enfermos esa oportunidad.

En la justicia ordinaria se respeta la presunción de inocencia hasta que se demuestra su culpabilidad, por muy claro que pueda parecer el caso y solo cuando el juez notifica su veredicto, se puede considerar culpable, lo cual tampoco significa que lo sea realmente, como ha ocurrido en numerosas ocasiones.

No ocurre así con estas personas enfermas a las que al parecer, en cuanto escuchan que les duele la espalda ya piensan: “otro comediante...”

Y no dudamos que los haya, pero suponemos que son los mínimos, pues es complicado mantener una situación que no es real de un modo indefinido, el desgaste que supone mantenerla es superior a la del propio trabajo.

No le extrañó que Fabi le dijera que los dolores se le habían extendido a cervicales y brazos y que era un dolor desconocido que nada tenía que ver con una simple contractura. Un dolor que parecía quemarle, un dolor que jamás había sentido y que era nuevo para él.

Ella fue el primer eslabón del trágico desenlace de nuestro hijo, por su falta de preparación, puesto que en muchos de estos enfermos, la FM comienza por un agudo dolor de espalda que progresivamente, se extiende por todo el cuerpo, pero claro, para ella, como para la mayoría, dos más dos son cuatro y ni saben ni tampoco quieren esforzarse en ir más allá por esa razón, con el tiempo que llevaba Fabi con esos dolores, ya tendrían que haber desaparecido. Le dio el alta, y se quedó tan ancha.

Y además, te hacen sentir culpable por mantener que estas enfermo.

Solo le quedó ir a la consulta de su doctora de cabecera donde continuó su calvario.

viernes, 1 de junio de 2012

Señores médicos: TOMEN EJEMPLO


Placer en poder publicar en nuestro blog entrevistas como estas, de un hombre sabio que debería ser ejemplo en el colectivo médico. Quizás la gran mayoría de nuestros facultativos endiosados que "miran" (por decirlo de algún modo...) a sus pacientes con frialdad y a través de la pantalla de su ordenador, deberían de tomar conciencia de lo que es un verdadero médico de vocación.

 ¡TOMEN EJEMPLO POR FAVOR!


Gente corriente    (Sección de la contraportada de "EL periódico de Cataluña)
                    
Médico. En el 2008 decidió abrir su consulta a gente sin recursos. «Es cuestión de responsabilidad», dice.

 
Oriol Camerino: «El médico tiene que explicar, no solo recetar»

   La chica del Manantial de la Salut explica a esta
cronista que los martes el doctor Oriol Camerino pasa consulta gratis. «Hay cola», advierte. Tiene razón. Cuando empezó la crisis, Camerino decidió que tenía que hacer algo. «Soy médico, así que puedo ayudar a través de mi profesión. No es necesario que vaya a África».

-¿Cómo se pone en contacto con el Manatial de la Salut?

-Un laboratorio había organizado una excursión a Montserrat para conocer plantas. Me invitaron y conocí a los propietarios del Manantial.

-Es especialista en medicina biológica. ¿Me la define?

-La medicina biológica intenta dar una explicación a la enfermedad en su conjunto. Tiene una idea holística de la salud. La enfermedad no pasa por casualidad. Es fruto de un proceso global. ¿Le pongo un ejemplo?

-Por favor.

-Usted puede tener una tendencia a una alteración del pH. Esto puede deberse, entre otros motivos, a que no duerme bien. Y no duerme bien porque está muy preocupada. La solución pasa por reequilibrar el pH, pero también por dormir mejor, quizá con suplementos de melatonina, y, además, por cambiar la percepción del estrés. Y, si es necesario, incluso se puede administrar un fármaco.

-¿Y cómo llega a esta medicina?

-Me licencié en Medicina en el Hospital Clínic, en 1981. Antes de licenciarme ya no estaba satisfecho con los tratamientos que solo prescribían fármacos. Me parecían parciales, así que empecé a leer otro tipo de libros.

-¿Dónde encontraba esos libros?

-Fui a un consultorio de un médico hindú. Llegué ahí porque alguien me habló de él, y me convertí en su alumno. Discutíamos de medicina, de filosofía, de acupuntura... Era fascinante. Iba a la facultad y cuando salía, me iba a la consulta y hacíamos discusión clínica de todos los casos.

-¿Quién le habló de él?

-No lo sé. Ni siquiera sé cómo llegó a Barcelona. Tenía muchísimos pacientes. Como ahora, el boca a oreja funcionaba. Ahora, con la crisis, por ejemplo, hay mucha más gente que se acerca a la medicina biológica.

-¿Y la clase médica?

-Es otra cosa. La clase médica, y yo me incluyo, necesitamos evidencias científicas. Le pongo un ejemplo: cuando te presentan un fármaco, se han hecho estudios que han costado millones de euros, y eso genera evidencias. En la medicina biológica no hay tantos recursos. Hasta hace poco no había formación en la universidad. Ahora está cambiando y ya hay másteres. Incluso hay una diplomatura oficial para ejercer acupuntura y homeopatía. Luché, desde la junta de acupuntores del Colegio Oficial de Médicos, para que fuera posible.

-¿Y cómo llegó a hacer consultas gratuitas?

-Si tengo la suerte de haber estudiado Medicina y ganarme la vida haciendo lo que me gusta, he de dar algo a cambio. ¡Qué mejor que ayudar ejerciendo mi profesión! Es cuestión de responsabilidad. Ya recuerdo cómo llegué al maestro hindú.

-¿Cómo?

-Tenía reumatismo. Mi padre, que era un botiguer del Eixample, era un hombre con una mente muy abierta. Me hablaba de los lamas, de la medicina tibetana... Supongo que en casa me enseñaron a tener una mentalidad abierta.

-¿Y qué dijo de su inconformismo con la medicina?

-¡Mis amigos eran los que se sorprendían! Hasta fui a Pekín para completar mi formación como acupuntor. Supongo que yo he buscado el camino del medio.

-¿Por qué lo dice?

-Cuando era joven, era más radical. Aunque siempre entendí que la medicina alopática y la biológica se complementan. Con la edad he llegado a un equilibrio.

-¿Y qué entiende por equilibrio?

-¿En medicina? Los médicos tenemos que hablar un lenguaje global. Siempre he creído que el médico es como si fuera un maestro. No solo tiene que recetar, debe explicar. Tiene que estudiar muchísima medicina clásica, interna, filosofía, un poco de psicología, medicina biológica... Para empezar a ser bueno en algo, que los circuitos neuronales se interconecten, hay que dedicar un mínimo de ocho horas diarias durante 10 años. Supongo que por eso no soy buen músico.

-¿Perdón?

-Tengo un grupo de música con unos amigos, pero, claro, no le puedo dedicar tantas horas.